Noticias falsas: 9 sesgos cognitivos que aprovechan para engañarnos.

Los bulos o las noticias falsas han tenido un impacto a nivel general sobre la población, estando todas las personas expuestas a este tipo de engaños. Una de las reflexiones que se ha extraído sobre el consumo de este tipo de noticias, es que cualquiera de nosotros podemos ser víctimas de ellas. Así generando el efecto esperado por parte de el/los autores de dicha noticia, dando servicio a una estrategia concreta.

¿Y por qué caemos en este tipo de engaños?

Los llamados sesgos cognitivos juegan un papel fundamental en que podamos ser víctimas de las “fake news” o los bulos. Estos, se difunden a través de Internet y el mismísimo boca a boca de las personas. Los sesgos cognitivos son unos tipos de efectos psicológicos que alteran nuestro procesamiento de la información llevándonos a errar en las interpretaciones y distorsionar nuestros juicios. Ello, afecta directamente sobre nuestra toma de decisiones, nuestras interacciones sociales e incluso sobre nuestro sistema de creencias.

Los sesgos cognitivos estudiados y descubiertos son numerosos. Por lo que en las siguientes líneas se va a explicar en qué consisten algunos de los cuales se aprovechan para engañarnos a través de las noticias falsas.

Sesgo de confirmación: aceptamos las pruebas que apoyan nuestras ideas sin cuestionarlas. Mientras, ponemos en duda las afirmaciones que son contrarias, considerándolas incompletas o interesadas. Hay estafadores y grupos que ejercen persuasión coercitiva y suelen presentarnos información, que puede ser falsa o sesgada. Sin embargo, saben que puede ser acorde con las creencias, preferencias o necesidades de una persona.

Por ejemplo: las noticias sobre curas alternativas y sin base científica para el cáncer.

Sesgo de autojustificación: cuando creemos que no hemos tomado la mejor decisión posible, nos cuesta reconocer nuestro error. Esto nos lleva a justificar dicha decisión buscando todas las razones posibles para que disminuya la incomodidad con nosotros mismos.

Ejemplo: hay personas que después de saber que han sido engañadas, en público igualmente, defienden su posición. Por lo que además, buscamos razones para justificar la información falsa y así no aceptar que hemos sido engañados. Esto contribuye a que el bulo siga su curso y se siga difundiendo.

La correlación ilusoria: tendencia a asumir que hay relación entre dos variables, aunque no haya datos que lo confirmen, como por ejemplo, en el caso de los estereotipos.

En gran cantidad de noticias falsas o “fake news” podemos observar este fenómeno: Los rusos manipularon las elecciones estadounidenses. Según un sondeo, el 52 % de los votantes del Partido Demócrata creen que los servicios secretos rusos influyeron en las elecciones presidenciales estadounidenses para darle la victoria a Trump. Por el momento, no hay pruebas de ello.

Otro información falsa es que las emociones son las causantes de nuestras enfermedades.

– Heurística de disponibilidad: cuando sobreestimamos la importancia de la información que tenemos disponible y recordamos esta con más facilidad. En este sentido, suele ser la información más reciente que recibimos, haciendo que las nuevas opiniones estén sesgadas hacia las últimas noticias.

Ejemplo: Si en los medios se nos presentan sucesos estadísticamente inusuales, de una manera continua, tenderemos a asociar una mayor probabilidad de que suceda dicho evento; debido a que este estará mas presente en nuestra memoria que eventos que objetivamente son más habituales pero que los tenemos menos presentes.

Inclinación a la negatividad: damos mayor importancia a las afirmaciones negativas sobre hechos o personas, aunque también haya aspectos positivos.

Ejemplo: cuando se habla de las características negativas de un político o un personaje famoso o sucesos negativos que les rodean.

Subirse al carro o efecto bandwagon: la opinión que tiene nuestro entorno o contexto influye sobre nuestros pensamientos y la manera de comportarnos.

Ejemplo: si leemos muchas noticias en la misma dirección o nos rodeamos de personas con un pensamiento similar. Tendremos dificultad para manifestar que somos contrarios a esa opinión.

Anclaje: tendencia a tener en mayor consideración una información recibida anteriormente y que se ha dado por cierta, que información que pueda llegar a posteriori.

Ejemplo: Si me entero de una noticia o información nueva que he encontrado en internet o que alguien me ha comentado, pero después otra persona me dice que ha leído lo contrario, tengo más en cuenta la información que he percibido en primer lugar.

Efecto de encuadre: una misma información puede dar lugar a diferentes conclusiones si se presenta de diferente manera.

Ejemplo: en los medios de comunicación o en mítines políticos se trata de esta forma la información para influir sobre la opinión pública. “Qué es peor, ¿una enfermedad con el 90% de supervivientes o con el 10% de mortalidad?”. Según se quiera mostrar una visión más positiva o negativa se expondrá teniendo en cuenta unos datos u otros.

Sesgo de observación selectiva: pensar o reflexionar sobre algo en función de aquello que consideramos importante, no teniendo en cuenta otros detalles.

Ejemplo: en un titular de una noticia que apela a lo emocional se puede introducir un enunciado con partes falsas, después no aparece la información en el cuerpo de la noticia. La tendencia será quedarnos con ese titular.

Estos, son algunos de los sesgos que pueden influir en las personas. Es relevante tener en cuenta, que hay una gran cantidad de sesgos cognitivos y que analizándolos detenidamente, podríamos relacionar mayor cantidad de ellos con la información engañosa que se publica en los diversos medios y que después se comparte en las redes sociales y en conversaciones entre las personas. Como recomendación, los sesgos expuestos se pueden tener presentes de cara a detectar en nuestro día a día en qué momento o con qué noticias puede que nos estén engañando. Sin embargo, no se trata de una guía completa. Por otra parte, además de conocer lo explicado en este texto, poseer o practicar un pensamiento crítico, nos podría prevenir de ser víctimas en la medida de lo posible.