8 consecuencias autodestructivas de la depresión

La depresión en la actualidad es uno de los problemas más frecuentes en todo el mundo, pudiéndola haber experimentado cualquier persona a lo largo de su vida en algún momento determinado o durante largos periodos de tiempo.

Por lo que es de gran importancia poner solución a los síntomas depresivos cuando se comiencen a detectar, para así evitar cuanto antes las consecuencias negativas que se puedan presentar y que además se irán agravando con el tiempo. Igualmente, aunque se estén padeciendo los síntomas de forma prolongada, la solución sigue teniendo una gran efectividad, pero ya se habrán experimentado algunas de las consecuencias o todas, las cuales se comentarán en las siguientes líneas.

 

SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN.

En primer lugar, se van a mencionar los síntomas de la depresión, ya que es imprescindible conocerlos para poder detectarlos. Asimismo es importante indicar que el problema de la depresión se manifiesta de distintas maneras y los síntomas que presenta no siempre se dan en todas las personas de igual forma, sino que algunos tendrán una tendencia a experimentar más unos síntomas que otros o sólo algunos de estos. Los síntomas que se dan son los siguientes:

 

  • Estado de ánimo deprimido: triste, sensación de vacío, desesperanza…
  • Frecuente disminución del interés o placer por las cosas o actividades.
  • Pérdida o aumento significativo de peso. Disminución o aumento importante del apetito.
  • Insomnio o exceso de sueño de forma frecuente.
  • Agitación o enletecimiento de los movimientos y acciones que ejecuta la persona.
  • Frecuente fatiga o pérdida de energía.
  • Sentimientos de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada casi todos los días o muy a menudo.
  • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse.
  • Pensamientos de muerte.
  • Dificultades en el ámbito social, laboral, familiar, entre otras.

 

CONSECUENCIAS:

La depresión repercute sobre la persona de diferentes maneras, pero podemos englobar todas en una consecuencia principal: la autodestrucción progresiva de la vida de la persona, en el sentido de que su estado emocional es predominantemente negativo y el logro de los objetivos no se llega a llevar a cabo, produciendo en primer lugar un bloqueo del progreso personal en casi todos o todos los ámbitos de su vida, y paralelamente el aumento del malestar:

  • Impide el desarrollo de uno mismo: la persona tiene expectativas negativas ante sus propias acciones e incluso sobre las acciones de los demás, disminuye también la autoestima, por lo que se escoge no intentar conseguir los objetivos; la perseverancia agota, y la desmotivación emerge, produciéndose el abandono del esfuerzo por conseguir lo que uno quiere. La persona tiende a focalizarse en el problema y no en la solución, por lo que se dificulta la toma de decisiones y por lo tanto, la resolución de problemas.
  • Influye en el desarrollo de los hijos y en la relación con ellos: pudiendo desarrollarse en estos una baja autoestima y desmotivación, repercutiendo en su desarrollo educativo y de la personalidad, entre otras cosas.
  • Abandono del aspecto y cuidado físico: la autoestima de la persona disminuye por lo que ya no se encuentran razones para el cuidado de la salud y el aspecto.
  • Influye en el estado de salud física: produciéndose fatiga y agotamiento, dolores de cabeza, dolores musculares, trastornos del sueño, problemas gástricos, aumento del estrés percibido, síntomas fisiológicos de ansiedad, etc.
  • Dificulta y empeora las relaciones conyugales: emergen los sentimientos de soledad y desamparo, irritabilidad, baja autoestima, incremento de discusiones, disminución de la comunicación y su calidad, falta de comprensión. Todo esto además repercute sobre el disfrute de la relación con la otra persona.
  • Impide la experimentación de la felicidad o el disfrute de diversas actividades: debido a que predominan las emociones negativas como la tristeza, la rabia, sentimientos de soledad, culpa, entre otras cosas, la persona se siente incapaz de disfrutar de las actividades que antes le gustaban o de actividades que le podrían estimular positivamente, por lo tanto, seguimos inmersos en el círculo vicioso de la tristeza y la desmotivación.
  • Se dificultan las relaciones sociales: algunas de las relaciones que antes se mantenían, ya sea con amigos o familia, se ven mermadas, ya que la persona puede no encontrar disfrute en las relaciones, así como establecer vínculos nuevos. Asimismo los estados de ánimo se transmiten, pudiendo producir el distanciamiento por parte de las otras personas.
  • Se incrementan las experiencias negativas: el foco atencional se sitúa en los aspectos más negativos de los acontecimientos, percibiéndose malestar en una mayor cantidad de situaciones.

 

¿Los síntomas depresivos tienen solución?

¡Claro que sí! Si estás experimentando algunos de los síntomas que se han comentado e incluso alguna consecuencia debes saber que este problema tiene solución, siendo muy importante ser consciente de esto para poder adquirir las herramientas necesarias y llevarla a cabo.

Actualmente la solución más efectiva es la terapia psicológica, en algunos casos, combinada con fármacos si el médico así lo requiere, sin embargo, estos fármacos se utilizarán de forma temporal si se adquieren los conocimientos y el entrenamiento psicológico necesario, preferiblemente impartido por un profesional. Una de las terapias más efectivas es la basada en la inteligencia emocional, referente al control y manejo de las emociones, entre otras cosas.

Por otra parte, realizar actividades gratificantes, o que antes resultaran gratificantes, fomentará un mayor bienestar en la persona que padece síntomas depresivos.